¿Para que publicar?

¿Para qué queremos que alguien nos identifique? Tal vez necesitamos que nos escuchen para ir formando nuestras ideas del mundo a través de las opiniones que nos llegan a decir algo. Otras veces lo único que hacemos es restaurar nuestros rostros por medio de la palabra ajena. Es decir, queremos que nos construyan con sus ideas, al intercambiar puntos de vista que a veces nos llenan de soledad. Nadie nos escucha realmente, solo se asoman a tu cara, te dan la vuelta y tratan de aplastarte con sus largas hipótesis que dan forma a un universo ajeno, que podría ser nuestro. Para eso existe la escritura, para dar a entender lo que tu linda cara no puede, para que el rostro se vuelva anónimo. Para desaparecer en nuestras ideas y que el otro pueda contener un atisbo de nuestra personalidad. Hoy acabo de iniciar my blog. Tal vez esta es una justificación idónea para disolver el miedo de ser juzgado. Para saber que al ser leídos podemos estar tapando la cara del otro, llenándolo y fundiéndolo, tan si quiera por el tiempo que duren las palabras, a nuestra visión parcial que se acompleta con su mirada atenta.