Tuesday, May 16, 2006

a travès de un vidrio oscuro

El espejo estaba viejo y roto, la gente hace tiempo que no pasaba ratos enteros mirámdose en este y preguntarse por el tamaño de sus ojeras. Tampoco se percataban de que una que otra arruga, o una cana aparecía en la idea que tenían de sí mismos. Sí, al principio se vieron y muchos cayeron fumigados por la cara que el espejo les enseñaba. Empezaron a dejar de ir al espejo y ahora sólo recurdan esa vaga bruma de párpados y pómulos, hasta que comenzaron a confundirse y hasta a olvidar la cara de su alma.
Hacia tiempo que Alicia intentaba verse en el espejo, ( antes lo hacìa todo el tiempo pero con los ojos semicerrados). Otras veces Alicia se preguntaba si el agua que estaba detrás sabía a grocella y si la grocella podía ser color gris, la cara de esa pared que sólo una vez le devolvio su propia imagen.

Como todos sabemos Alicia se deslizò por el lìquido de cristal, se desfigurò, apretò los dientes, grito, hasta que se disolvio a si misma. Encontro el mundo del espejo. Descubrio que la vida se juega como un ajedrez en el que la esquizofrenia juega un papel de desdoblamiento. Son senderos que se bifurcan, senderos que regresan en espiral, senderos que muestran unos ojos que ahora miran de frente.

Alicia creìa que el problema de su imagen era de otros (que le recordaban siempre que podían su incertidumbre). Sus amiguitos le decían que siempre les hablaba de lado, le reprochaban que se escondiera detràs de los hombros (a veces jurabas que se esfumaba pero simplemente estaba del otro lado). Le reclamaban que tenía miedo de verse a si misma cambiada, mutada por los piquetes de abeja, los pastelillos que devoraba en los ojos de ellos. (Algun día Alicia probó que los gatos que ronronean entre las piernas son ricos) Alicia tenía un ritual extraño. Le encantaba la nieve de zarzamora. La comía despacio y con cuidado, como no queriendo acabársela tan rápido. Después se iba dando cuenta de que ya casi no quedaba helado, se desesperaba y tiraba el helado justo en la parte más rica (la del cono con el helado a punto de derretirse) Todos le preguntaban que porqué tiraba la nieve si era su favorita.

- No me gusta cuando se acaba el sabor -decía chupandose los dedos- si lo tiro yo sé justo cuando se termina.

Pero un buen día se volvió a escapar frente al espejo. Criticaba y odiaba a quienes le insistían (ella conocío a la gente del espejo, los demás no sabían nada de cómo se inventaron los ojos y `prque hay ojos que solo miran hacia adentro) En medio de esa agua que la derretía volvío a escuchar las voces de sus amigos, poco a poco las fué dejándo atrás.
En algún momento Alicia miró de frente y entre las gotas de cristal y la bruma de sus párpados una cara se asomo: se vio tal y como era y cómo estaba: en una fuga permanente, ya que las voces le repetían lo que ella sabía y no podía cambiar. Ella reconocía la verdad en las otras voces pero sólo quería escuchar su propia voz. Los espejos se rompieron. Cuentan que se vió una estela blanca que rodeaba a la luna. La luna cayó en sus ojos. Alicia se dió cuenta de que se fugaba de sí misma en ese líquido, en ese hielo que salía de su mente y el tic tac de las palabras que reconocía. El tiempo estaba roto, no avanzaba mas que para adentro. Sus manos crecieron, su boca emitió un grito. La gente del espejo le devolvió su verdadera cara. Alicia escapó del espejo, se tapó los ojos y se durmió.

Hasta ahora no ha despertado. Algunos se asoman a su ventana para ver la única cara que queda en todo el lugar. Admiraban su belleza y contaba la leyenda que algún día Alicia despertaría lista para enseñar a la gente a escapar del espejo y las telarañas de la mente y a ver con claridad aquello que el espejo enseñaba: el rostro de un alma que está a punto de despertar. Mientras tanto Alicia dormía y todos sabían que en cualquier momento iba a despertar.

1 Comments:

Anonymous Anonymous said...

...Labilidad emocial... todos la padecen en ocasiones.

8:41 PM  

Post a Comment

Subscribe to Post Comments [Atom]

<< Home