Sunday, May 07, 2006

the waves

Camino arrastrando frases ajenas,
en el desierto constante
de tu ausencia:
seco solo y
sin rumbo....

me agoto y me decanto en la piel de arena
que raspa mis pómulos (intento besar el mar)
quedo intranquilo, flotando en el deseo.
Repaso tu cuerpo: me lo sé de memoria,
la curva entre tus pechos y tu ombligo,
la manera de doblar tu silueta, tus ojos que
implotan como una ola que rompe en mi cuerpo.

Mi cama respira intranquila mientras pronuncia tu nombre,
despierto empapado en tu ausencia,
doy vueltas, me aferro a tus huellas:
incluso he llegado a acariciar la almohada,
a susurrar a las paredes, a tatuar tus ojos (grandes indescifrables)
en mi piel.

Te escurres, escapas de mis palmas que esculpen
en la sombra un grito indomable de dolor
puro,
un desgarre en el alma,
un ataúd nuevo, que no se amolda a mi cuerpo,
escóndeme, entiérrame, embriágate,
muérdeme, escúpeme, vomítame,
sácame de tí, para poder recordarte,
corta mis manos, perpetúa mi tacto
en tus ojos, en tu espalda,
invádeme, intrígame, déjame,
escapa a este recorrido inconcluso,
a este vaivén que me extravía en tus recuerdos.

el desierto grita tu nombre,
los ecos repercuten en mi pecho (que se hunde)
me encojo, caigo en las trampas de arena
del tiempo inmanente
a tu cuerpo, a tus palabras (volcanes en espera)
que el viento se traga, que el olvido
desenmascara.

la ruta a seguir es el mar, y la espuma de tu sexo
para lavarme los dientes,
trago la sal que hiela,
la hiel que endulza,
las olas rompen
me fragmento en tus pasos
que se acercan a la luna
y yo soy la marea de un adiós que muta.

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