Tuesday, July 11, 2006

Cuerpo en exhilio

Las miradas que te comen (esos ojos que
desfiguran) y las paredes que te aplastan
(esos brazos que asfixian) abarcan tu contorno
aunque trates de escapar cerrando los párpados.

Los labios adheridos que te dislocan la mandíbula
las puntas de los dedos que acarician y hacen surcos,
donde los moscos pueden depositar sus larvas.

El aliento que despunta con el sol, de un cuerpo desnudo
(una espalda brilla) que voltea y te abraca.
El olor de ese vaho que se adhiere como neblina (y congela los pulmones).

Penetrar un pantano rosado, encontrar los pliegues húmedos,
asfixiado por la entrepierna tratar de enrollar la lengua.

Retratar con mis ojos la cadera que me enmarca.
Cimbrarme en tu vaivén buscando tu ombligo.
Escuchar tus ojos que susurran gemidos,
los latidos de una sirena en la voz de un cuerpo intranquilo.

Perdido en la carne anhelada
los ojos cerrados, enclaustrado en la cama
retoco el aire que simula su contorno,
acaricio un recuerdo,
vomito el dolor de tu cuerpo en exhilio.